lunes, 22 de octubre de 2012

Feliz del todo nadie.


Una pequeña soñadora, que tiene como afición desde que nació, el perder el tiempo. Un frío 8 de octubre, decidí fastidiar un poquito a mis padres en su preciado domingo, y empezar a dar la lata por primera vez. No sabían la de desastres que  les iba a causar desde entonces, ¡pobrecillos! ¿Conocéis a esas personas que ponen el lavavajillas y se les olvida poner la pastilla? ¿Y esas que les encantan los pececitos de colores, pero a los tres días ya los han mandado a otro mundo? ¿Esas que van a hacer deberes, y se ponen a pintar en la mesa? ¿Esas que cuando hacen algo mal, les entra la risa? ¿Esas que cuando ven a alguien llorar, se ponen a llorar? ¿Esas siempre con ganas de reir, y de otras cosas? ¿Esas que se pican enseguida? ¿Esas que echan todo a perder por su orgullo? Todas y cada una de esas personas, soy yo. Y muchas otros defectos... ¿encantadores? Nah, pero no molestos. Esa que aún está esperando que venga su príncipe azul montado en un caballo, y se la lleve a un precioso castiJAJAJAJAJAJA No. Eso no. Yo quiero a un chico con Vans y sudaderas, que me regale lacasitos y otras porquerías. Asdfghjklñ, sí, también soy esto; un lío de persona que no se entiende ni ella misma. Pero todavía me quedan demasiados años para descubrirlo, ¿no? Que cuando me pongo a pensar en todos esos recuerdos, utimamente sólo me viene la parte mala de las cosas. Todo lo que he perdido por ser así. ¿Pero no habéis oído eso de que si el destino quiere que ocurra, todo vuelve? Pues sólo nos queda el confiar, que no sé vosotros, pero yo ya estoy harta de cagarla tanto. Y mientras, pues de party hard, oye. 
Que 'feliz del todo nadie, chica'.

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